miércoles, 17 de abril de 2013

Privilegió con obras a empresas foráneas incompetentes.

Gali Fayad presume ser poblano y como secretario de Infraestructura dejó sin trabajo a docenas de poblanos.

No se olvida el puente de Zaragoza. Incompetencia manifiesta
¿Es orgullo decirse poblano y al mismo tiempo despreciar a los poblanos?

Para colmo Fayad inició su campaña política  violentando los tiempos electorales.

david lópez

Antonio Gali Fayad candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla, durante su primer acto de campaña, por cierto, fuera de los tiempos electorales, arbitrariedad por la que será denunciado ante la FEPADE por el PRI,  hizo muy mal en utilizar la misma estrategia de su jefe el gobernador Rafael Moreno Valle, de machacar que es poblano, “soy orgullosamente poblano” gritó a todos sus acarreados en Azumiatla, como si eso le diera calidad moral para minimizar a quienes no nacieron en Puebla, pero que adoptaron la ciudadanía por convicción y cariño,  es decir a los que no son poblanos por casualidad.

Insisto en que  Gali Fayad hizo mal en destacar el origen de su nacimiento, por el hecho de haber participado  en un gobierno que desde el primer día ha despreciado a los poblanos, a los que en forma prepotente y con marcado desprecio les quitó su trabajo y la oportunidad de llevar el sustento a sus familias, solamente para dar trabajo a miles de individuos llegados de otras entidades del país como pago de facturas.

Columna que tiró el viento según Gali
El propio Gali Fayad como titular de la Secretaría de Infraestructura, despidió a docenas de empleados sin ninguna consideración, a esos “sus paisanos” a esos nacidos en Puebla, de la que dice sentirse orgulloso. Orgullo de  dientes para afuera.

Gali se dice orgullosamente poblano  y prefirió entregar las obras “faraónicas” a constructoras foráneas, porque hasta en esto las empresas poblanas no han sido dignas de su confianza.

Por cierto que esas empresas a las que benefició y que no son poblanas han provocado accidentes graves  Primero se les cayó una “ballena” cuando levantaban el puente de la calzada Zaragoza. Esa misma empresa a la que se le cayó la “ballena” en lugar de haber sido castigada por su incompetencia,  la premió con más contratos de obra, como la construcción del puente sobre el bulevar Valsequillo, donde por cierto, también dando muestras de  incompetencia provocaron otro accidente que pudo terminar en tragedia ya que se les cayó una columna que sostendría una de esas “ballenas” y cayó del lado del bulevar a la hora de mayor tránsito de vehículos causando cuatro lesionados, un parabrisas roto de una unidad de transporte público de la ruta 25 que pudo quedar aplastado ya que a esa hora circulaba lleno de pasajeros y dos semáforos destruidos. “La tiró el aire”, dijeron como justificación infantil a su incapacidad.

Lo grave es que unos días antes Antonio Gali apareció en  varios medios de comunicación, en los que declaró que le agradecía a su esposa su compañía para  supervisar los trabajos del puente; unos días después se cayó la columna. Eso quiere decir que Gali solamente había acudido a tomarse la foto para hacerse publicidad, porque de haber   supervisado la obra, probablemente no hubiera ocurrido dicho "accidente".

Peor aún, Gali como secretario de Infraestructura y responsable de la obra, el día del accidente no se apareció por el lugar, sino que fue hasta 6 horas después de ocurrido el percance  que por medio de un boletín, justificó el percance con el cuento de  que no había sido error humano sino que la columna fue derribada por el aire.

¿Eso es sentirse orgullosamente poblano?  ¿Haber nacido en Puebla y despreciar a los poblanos?

 

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