viernes, 5 de julio de 2013

En manos de quien está el IEE…

Armando Guerrero presidente del Instituto Estatal Electoral carece de calidad moral para presidir el organismo ya que en 2001 fue despedido del Banco Mexicano SOMEX por falta de probidad
Mireya Ramírez
Armando Guerrero presidente del IEE
Armando Guerrero Ramírez, presidente del Instituto Estatal Electoral, carece de calidad moral para presidir el organismo que tendrá a su cargo la vigilancia de un proceso electoral para renovar 217 presidencias municipales y 26 diputaciones locales, ya que en 2001 fue despedido del Banco Méxicano Somex por falta de probidad.

Desconocemos los poblanos si precisamente fue ese hecho su mejor mérito para ser tomado en cuenta en un cargo tan importante, ya que el abogado que preside el IEE de Puebla no brilla por su capacidad profesional.

Recordemos que el pasado 10 de junio al periódico El Sol de Puebla declaró que si un candidato declinaba a favor de otro sus votos podrían sumarse al segundo, si así lo hacia saber mediante oficio al IEE cuatro días antes de la elección, olvidándose de que el voto es intransferíble.

En su momento los ciudadanos y militantes de diversas facciones políticas han solicitado inútilmente su destitución, hecho al que se ha negado el consejo del instituto. ¿Por qué será?

Los ciudadanos tenemos que estar pendientes de las maniobras que puedan ocurrir al interior de este organismo antes de que la prestidigitación de su presidente nos entregue resultados opuestos a los sufragados mediante el voto, particularmente en las 36 horas que tendrá este organismo para "contar" los votos y dar a conocer los resultados.

Recordemos que entre las mapacherías más comunes se cuentan el rellenado de votos de las urnas, la sustitución de actas mediante la falsificación de firmas, el retiro de las mujeres que ocupan cargos como funcionarios de casilla "para que sus hijos no estén solitos tan noche" mientras los demás se ocupan del recuento de votos.

Los ciudadanos de las izquierdas señalaron como autor de la sustitución de  más de mil quinientos candidatos de los distintos partidos y de diversas posiciones (presidentes, regidores y suplentes) al gobernador Rafael Moreno Valle. Y calificaron el hecho como la conculcación de los derechos políticos ciudadanos de votar y ser votados.

Pero más allá de este primer hecho, y a sabiendas que la mayor fuente de corrupción en México es la ejecución de obra pública, se puede concluir que al buscar candidatos a modo que le deban "el hueso" a la máxima autoridad se pretende la incondicionalidad en la firma de los convenios para que la obra pública sea ejecutada íntegramente por el gobierno estatal, de tal manera que mantengan a la alza los presupuestos municipales destinados a la infraestructura a pesar de la austeridad que vivimos y que fue el argumento  que llevó a reducir hasta en un 20% los presupuestos del Ramo 33 en diversos municipios, particularmente en aquellos que no firmaron el citado convenio Estado-municipio, en total violación al Artículo 115 Constitucional.

De tal manera que no sólo hay que cuidar que llegue el candidato que el pueblo decida, sino recordarles todos los días de su mandato que su compromiso político es con el pueblo que  impulsó su aspiración política y le dio la oportunidad de asumir el cargo de mandatario, mientras que la soberanía radica en los ciudadanos.

 


 

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